Los expertos han descubierto un nuevo código en los frescos de Miguel Ángel en la bóveda de la Capilla Sixtina del Vaticano. Un estudio científico ha determinado que en una figura que representa a Dios en el fresco La separación de la luz y las tinieblas oculta el esquema de un cerebro.
Durante años, los expertos se habían preguntado por qué el cuello de Dios en este fresco aparecía deformado.Ahora, los científicos Ian Suk y Rafel Tamargo, de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, EE UU, afirman que la pintura es la representación de un cerebro y su unión con la columna vertebral.
En un trabajo publicado por la revista Neurosurgery, los dos científicos recuerdan que Miguel Ángel (1475-1564), uno de los más grandes artistas de la historia, era además un experto que había diseccionado cadáveres humanos para entender a fondo la anatomía humana.
Durante años, los expertos se habían preguntado por qué el cuello de Dios en este fresco aparecía deformado.Ahora, los científicos Ian Suk y Rafel Tamargo, de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, EE UU, afirman que la pintura es la representación de un cerebro y su unión con la columna vertebral.
En un trabajo publicado por la revista Neurosurgery, los dos científicos recuerdan que Miguel Ángel (1475-1564), uno de los más grandes artistas de la historia, era además un experto que había diseccionado cadáveres humanos para entender a fondo la anatomía humana.
Dos cerebros
Entre 1508 y 1512, el artista pintó en la bóveda de la Capilla Sixtina nueve frescos inspirados en el Libro del Génesis. Uno de ellos es el famoso La creación de Adán, en el que los expertos ya habían distinguido la figura de un cerebro en las sombras detrás de Dios.
Ahora, los dos expertos de la Universidad Johns Hopkins afirman que en La separación de la luz y las tinieblas hay otro cerebro en el cuello de Dios (ver la imagen de arriba, tomada de Scientific American). Es uno de los frescos menos famosos de la serie, pero los científicos apuntan que es importante por encontrarse directamente sobre el altar de la capilla y porque representa "el inicio de la Creación".
"Creemos que Miguel Ángel, un hombre profundamente religioso y un consumado anatomista, quiso realzar la importancia de este fresco ocultando esta sofisticada representación neuroanatómica en la imagen de Dios", explican Suk y Tamargo en el número de mayo de la revista.
Entre 1508 y 1512, el artista pintó en la bóveda de la Capilla Sixtina nueve frescos inspirados en el Libro del Génesis. Uno de ellos es el famoso La creación de Adán, en el que los expertos ya habían distinguido la figura de un cerebro en las sombras detrás de Dios.
Ahora, los dos expertos de la Universidad Johns Hopkins afirman que en La separación de la luz y las tinieblas hay otro cerebro en el cuello de Dios (ver la imagen de arriba, tomada de Scientific American). Es uno de los frescos menos famosos de la serie, pero los científicos apuntan que es importante por encontrarse directamente sobre el altar de la capilla y porque representa "el inicio de la Creación".
"Creemos que Miguel Ángel, un hombre profundamente religioso y un consumado anatomista, quiso realzar la importancia de este fresco ocultando esta sofisticada representación neuroanatómica en la imagen de Dios", explican Suk y Tamargo en el número de mayo de la revista.
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