Fuente: Xatakaciencia
El universo está plagado de fenómenos sorprendentes y extraños, desde luces que parecen el tictaqueo de un reloj hasta explosiones que dejan Hiroshima como una simple bengala para niños. A continuación os vamos a contar 10 de estos fenómenos:
El universo está plagado de fenómenos sorprendentes y extraños, desde luces que parecen el tictaqueo de un reloj hasta explosiones que dejan Hiroshima como una simple bengala para niños. A continuación os vamos a contar 10 de estos fenómenos:
1. El Sol es una fuente de energía inimaginable.
Cada segundo, su núcleo libera nada menos que el equivalente a 100
millones de bombas nucleares. El Sol produce en un segundo 760.000 veces
la producción energética anual a nivel mundial. Si la energía que el
Sol produce en un solo segundo pudiera almacenarse, se podría satisfacer el actual consumo energético de los Estados Unidos durante los próximos nueve millones de años.
Está alejado de nosotros unos 150 millones de kilómetros como promedio y
apenas llega alrededor de una milmillonésima parte de su energía, pero
esa mínima fracción es suficiente para sustentar la vida en nuestro
planeta.
2. Según los astrónomos, lo que observamos del cosmos es sólo una pequeñísima fracción de toda la materia que existe en el Universo.
El resto está compuesto de materia oscura (21%) y energía oscura (70%).
¿Entonces cómo sabemos que existe? Esta composición desconocida no
emite o refleja suficiente radiación electromagnética para ser observada
directamente con los medios técnicos actuales pero su existencia puede
deducirse a partir de los efectos gravitacionales que causa en la materia visible.
3. Las estrellas de neutrones son tan densas que
una simple cucharadita de la materia superdensa de una estrella de
neutrones puede pesar cientos de millones de toneladas. La estrella de
neutrones más masiva que se ha visto nunca fue referida en 2010 por un
grupo internacional de astrónomos: un púlsar que está a 3.000 años luz de la Tierra y que gira sobre sí mismo 317 veces por segundo.
4. En el año 1054, astrónomos árabes y chinos señalaron que una
explosión en el cielo fue tan brillante que se hizo visible de día y
durante meses iluminó la noche. Aunque no lo sabían, era la explosión de una supernova, que provocó la aparición de la Nebulosa del Cangrejo. La nebulosa fue observada por vez primera en el año 1731 por John Bevis.
Es una inmensa nube de gas que se extiende a lo largo de 25.000
billones de km. Desde hace 5 000 años, esta nebulosa crece a razón de
1.000 km por segundo.
5. La montaña más alta del Sistema Solar es el Monte Olimpo (Olympus Mons) de Marte, con una altura de alrededor de 25 km, tres veces la altura del Monte Everest. Su área es aproximadamente la mitad de España.
6. Galileo Galilei no fue el inventor del telescopio. El verdadero creador fue Hans Lippershey
(1570, Wesel, Alemania), un fabricante de lentes. Al parecer, Galileo
fue el primero en utilizar un telescopio y por eso se le atribuyó
erróneamente su invención.
7. Si todas las estrellas de la Vía Láctea tuvieran nombre, se necesitarían 4.000 años para decirlos todos, suponiendo que se pronunciara uno por segundo sin detenerse.
8. En su giro alrededor del Sol, la Tierra recorre unos 30 km por segundo.
En un día recorre más de 2.500.000 km. Y a medida que la Tierra gira
sobre su eje, un punto sobre el ecuador se mueve a unos 1.667 kilómetros
por hora. El planeta Tierra rota sobre sí misma a 1.000 kilómetros por
hora. Y, por lo tanto, incluso durmiendo, estamos yendo a esa velocidad
en nuestro coche-cama planetario. Preparad las biodraminas.
9. La propia Vía Láctea, la galaxia en la que habita nuestro Sistema Solar y otros miles de sistemas solares, viaja a 900.000 kilómetros por hora.
¿Hacia dónde vamos tan disparados como una flecha? Pues hacia el centro
de los masivos cúmulos de la constelación de Virgo que, a su vez, por
supuesto, se encamina hacia una masa mayor a 1.400.000 kilómetros por
hora. Esta masa a la que nos dirigimos todos es Acuario.
10. Así pues, la velocidad final a la que nos movemos es 1.400.000 kilómetros por hora. No es mucho si nos comparamos con la luz, que viaja a 1.079.224.000 kilómetros por hora.
Vía | About | Curioso Mundo Azul | La velocidad a la que se mueven todas las cosas que nos rodean (y nosotros mismos)
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